El éxito de empresas como Dax Robotics está impulsando de un modo contundente el mercado de fabricantes de robots, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) superior al 14%. Todas las estimaciones apuntan a que en en el año 2026 el valor de este mercado superará los 50.000 millones de dólares, más del doble que en 2020.
El crecimiento de la robótica está siendo transversal en la práctica totalidad de sectores: farmacéutica, agricultura, fotónica, electrónica, ejército, sector del automóvil y servicios, con especial fuerza en la hostelería y restauración.
El incesante aumento de la demanda en el mercado de la robótica en todo el mundo se debe a diferentes factores, entre los que cabe destacar la mejora de la calidad del trabajo y de los productos, el aumento de la producción y del rendimiento, la reducción de residuos, el ahorro de espacio en las áreas de manufacturas y la optimización de la seguridad en el trabajo.
Innovaciones y avances tecnológicos en robótica
Son dos las ramas en las que más ha avanzado la investigación tecnológica en el sector de la robótica: la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático. Los robots con IA ya son capaces de recopilar y analizar la información que reciben para así tomar las decisiones más adecuadas.
Entre las nuevos usos y aplicaciones de la robótica destacan la ciberseguridad, la industria alimentaria, la agricultura de precisión o la restauración, por citar solo algunos.
También es reseñable el gran avance en robótica colaborativa y robótica móvil. La robótica colaborativa hace referencia a los sistemas que permiten el trabajo en colaboración con personas, mientras que la robótica móvil hace referencia a AGV o robots móviles terrestres con autoguiado y a RPA o drones, vehículos aéreos que pueden ser autónomos o dirigidos por control remoto.
Cambios en el mundo laboral y el empleo
Es incuestionable que esta Cuarta Revolución Industrial que está suponiendo la irrupción de la robótica en los diferentes sectores empresariales tiene una incidencia directa en el empleo y en las habilidades requeridas para el acceso y permanencia en el mercado laboral.
Los empleos del futuro (un futuro que prácticamente ya está aquí) serán menos rutinarios y estandarizados, con un mayor dinamismo que requerirá una gran capacidad de reinvención y reciclaje entre los trabajadores. Como ocurre con cualquier avance, el de la robótica tiene sus propios riesgos, como es el de la desigualdad entre trabajadores con acceso a la tecnología y los que carecen de ella. Este riesgo es extensible a los países y empresas en función de las inversiones que estén dispuestos a realizar para no quedarse atrás en una carrera que solo está en sus albores.
Afrontar los retos que plantea esta nueva era debe ser una misión conjunta entre la esfera privada y la pública: una adaptación tecnológica y financiera en el caso de las empresas privadas, y una decidida apuesta por la educación en competencias como la tecnología y las matemáticas, así como programas de transición y reciclaje para trabajadores que facilite la adaptación al nuevo entorno laboral robotizado, por parte de la esfera pública.
En un sector tan importante en España como es la hostelería, se espera que en los próximos años hasta un 50% de los locales de restauración dispongan de robots en su plantilla. Todo indica que será una de las principales respuestas al más acuciante problema al que se enfrenta este sector: la falta de personal. La figura del robot camarero cada vez se hará más familiar en un país en el que funcionan más de 300.000 locales de hostelería, con más de 2 millones de trabajadores.
Impacto en la vida cotidiana
Aunque suele hablarse de la robótica como futuro, lo cierto es que en la actualidad ya está teniendo un importante impacto en nuestras vidas cotidianas.
Por ejemplo, en los hogares son muy populares los robots de cocina, los robots aspiradores, los robots corta césped o los robots de limpieza de piscinas.
El sector sanitario es otro entorno en el que la robótica tiene cada vez una mayor importancia, ya sea en asistencia quirúrgica, tareas logísticas y administrativas, tele asistencia o distribución de medicamentos.
El transporte es uno de los ámbitos en el que los robots tienen un mayor desempeño: conducción de vehículos, carga y descarga de contenedores, traslado de mercancías e, incluso, en coches sin conductor.
La robótica tiene también un creciente papel en la educación de los niños y en el cuidado de las personas mayores. Entre la principales ventajas de los robots educativos en la educación infantil destacan la mejora en la creatividad, autoestima y capacidad de trabajo en equipo de los estudiantes, mientras que en el cuidado de los mayores los robots pueden convertirse en una importante ayuda, tanto en el plano físico como en el emocional.
La robótica también ha provocado un interesante debate ético, hasta el punto de que el Parlamento Europeo ha establecido un Código Ético de Conducta, cuyos puntos se inspiran en el respeto a la dignidad humana y al derecho de las personas a rechazar ser cuidadas por un robot, la protección de la privacidad, la prevención de indeseadas empatías con los robots por parte de colectivos vulnerables, etc.
Preparándonos para un futuro con más robótica
Cada vez son más las empresas y emprendedores que apuestan por la robótica, no solo por su evidente rentabilidad, también por su contribución a la sostenibilidad.
La robótica es la mejor apuesta para un mundo sostenible por diferentes razones: los robots son capaces de operar en condiciones ambientales, de temperatura e iluminación, mucho más extremas que los seres humanos, por lo que no requieren de climatizaciones o iluminaciones especiales, algo que revierte en un importante ahorro energético; por otro lado, la generación de residuos es mínima, la eficiencia es máxima, la monitorización es permanente (con lo que se evitan averías y paradas de producción), y los productos defectuosos son prácticamente inexistentes.
El mundo se encuentra en un momento crucial de su historia, un punto de inflexión que marcará un antes y un después. La importancia de la robótica en todos los sectores económicos y en nuestra vida cotidiana pronto cobrará tal protagonismo que a las siguientes generaciones les costará comprender la existencia de un mundo sin robots.