Que la compañía deje de cotizar en bolsa no es necesariamente una idea nueva; Michael Dell dijo en una conferencia con inversores en junio del 2010 que ya lo había considerado antes.
Analistas dan por seguro que sin la presión del mercado de valores la compañía podría enfocarse más hacía el negocio de los servicios que el del hardware siguiendo los pasos de IBM. Este mercado deja mayores márgenes de beneficios y no obliga a los fabricantes a responder constantemente a las novedades de otros competidores ni a las bajadas en los precios de los productos.
Sin embargo, esta nueva orientación no es una carrera libre de obstáculos y salvo IBM , otros que lo intentaron como HP se vieron obligados a dar marcha atrás y no renunciar al hardware. Por supuesto, la formula mágica ha sido la desarrollada por Apple, combinando productos con servicios, un caso único en la industria y que también otros fabricantes han intentado copiar sin mayor éxito.
«Esta es una oportunidad para que Michael Dell sea un poco más flexible en la gestión de la empresa. Esto no quita el hecho de que tendrá problemas en el mercado de computadoras como los tuvo antes», dijo el analista de FBN Securities Shebly Seyrafi.
Un pionero
Michael Dell fundó la empresa en 1984 en la habitación de una residencia universitaria con 1.000 dólares y la llevó a la cima de la industria de los ordenadores.
El lema del anuncio de televisión «Dude, you’re getting a Dell (Colega, estás comprando un Dell)» se convirtió en una de las frases más conocidas a principios de los 2000.
Dell se posicionó como un suministrador confiable con precios económicos compitiendo con Compaq, HP e IBM conocidos por la calidad de sus productos pero también por sus elevados precios. Su agresiva estrategia comercial le permitió entrar en el sector corporativo y en poco tiempo alzarse como líder en ventas en los EEUU.
La crisis tecnológica de principios del Siglo XXI, encontró en Michael Dell a una de sus victimas. Los inversionistas y analistas exigían cambios en la gestión de los negocios apostando por nuevos liderazgos más basados en el negocio que en la inspiración de sus fundadores.
No era la primera vez que eso sucedía y Apple fue un buen ejemplo del fracaso de ese modelo, pero quien puede negarse a las exigencias de los que manejan los fondos necesarios para la vida de las empresas. Michael Dell cedió las riendas en 2004 a su lugarteniente de años, Kevin Rollins quien, asumió el puesto de presidente ejecutivo.
La empresa estaba en la cima del sector en ese momento, pero las ventas y el servicio a los clientes cayeron en los tres años siguientes y Michael Dell hubo de regresar para poner orden en la empresa y recuperar el terreno perdido.
Lamentablemente para él, Apple en ese periodo se había convertido en un valor ascendente y marcaba los ritmos del mercado con sus nuevos productos tecnológicos mientras que sus competidores no tenian la capacidad para responder al mismo ritmo.
En los seis años desde que Michael Dell recuperó el liderazgo, la cuota de mercado de la empresa ha caído aún más, al igual que sus acciones.
La era postPC
Dell, que obtiene más de la mitad de sus beneficios de la venta de computadoras personales C básicas y servidores, ha ido cediendo cuota de mercado ante HP y Lenovo, y junto con el resto de la industria lucha contra un descenso en la demanda de ordenadores personales.
Incluso con el aumento de precio desde que surgieron los primeros rumores de compra, las acciones de Dell tienen aproximadamente la mitad del valor que cuando recuperó el cargo. Eso sí, los títulos de HP han caído casi lo mismo.
Durante este tiempo el mercado ha cambiado drásticamente y las icónicas computadoras de Dell han perdido el favor de los consumidores e incluso las empresas se mueven hacia el negocio de las tabletas y los teléfonos avanzados, un mercado en el que Dell ha hecho algunas tentativas sin éxito.
Como muchos colegas del mundo PC, Dell infravaloro el auge de Apple considerándolo como algo momentáneo y sin continuidad en el futuro. Ya en 1997, Dell sugirió que Jobs haría mejor cerrándola y devolviéndole el dinero a sus accionistas.
Nueve años después, Jobs tuvo la última palabra cuando la capitalización de mercado de Apple superó la de Dell. Incluso a pesar de su reciente caída, Apple sigue siendo más de 20 veces mayor que la anterior niña mimada de la industria.
Con Dell optando ahora por volver al sector privado, mucho dependerá de la voluntad de sus futuros socios para apoyar su potencialmente costoso cambio. Ya ha recibido algún apoyo a través de un préstamo de Microsoft para ayudar a financiar el acuerdo.
«Esto le da flexibilidad. El mercado no estaba valorando a la compañía como él cree y quién mejor que él para saberlo», dijo Phil Silverman, socio gerente de Kingsview Capital.
Michael Dell ha combinado su presencia en la compañía con su propio negocio de inversiones llamado MSD Capital que emplea a 80 personas en tres ciudades y que invierte su dinero en desde acciones a inmobiliarias.
Forbes lo sitúa entre los 50 multimillonarios más ricos del mundo, con una fortuna estimada en cerca de 16.000 millones de dólares.